¡Hola! Soy Bel, Belu, Belén, la arquitecta, cómo quieras llamarme. Hoy quiero contarte un poquito de mí vocación: sí, soy arquitecta, pero no solo eso, hago casas, hogares de familia, para personas que buscan cumplir sus sueños, como yo.
Ese es mi trabajo favorito, sentarme a charlar con cada cliente, conocernos, vivir el proceso de la construcción de su casa juntos. Proyectar, visualizar, y soñar. ESO, se traslada al equipo, porque si, ¿la arquitectura es a base de equipos de trabajo no? ¿y qué mejor que tener un buen equipo en la obra que trabaje a la par tuya? ¿Qué es la construcción sin un buen director de orquesta? Digo de obra…
Te voy a decir algo que ya sabemos: La Universidad nos da herramientas de diseño que nada se relacionan con la vida real, donde nos enfrentamos a clientes con problemas y necesidades reales. Seremos los mejores proyectistas de bibliotecas voladoras, pero cuando salimos a la calle y nos metemos en la obra, ¡entramos en CRISIS! ¿¿Será que no sabemos nada??
Si, ya se. Hay veces en las que parece simplemente imposible disfrutar de este proceso sin morir de estrés en el intento. ¿Sabes por qué? Porque nadie te enseñó. Pero te prometo que SE PUEDE. Y YO voy a enseñarte todo lo que necesitas. Porque obviamente estuve en tu lugar, y estas son todas cosas que a mí me hubiera gustado saber desde el principio.
Cada experiencia es diferente, cada proyecto, cada proceso, se disfruta de manera única.
Hace 5 años empezó mí camino en la dirección de obra, y cada día disfruto más de lo que hago. Que no es solo trabajo, es juego. Es eso que cuando era chiquita, pasaba horas armando, construyendo, ordenando, con bloquecitos, sábanas, o lo que haya cerca. Siempre supe lo que quería hacer, y hoy, quiero empezar a compartirte mí experiencia.
